A bandazos

Ha pasado mucho tiempo: tengo este blog muy abandonado. De hecho, actualmente escribo en otro, en «A Bandazos«. Moveré (y actualizaré) los artículos que me parezcan interesantes de este al nuevo.

Saludos.

Como olvide la guerra civil española y aprendí a amar la anarquia

El siguiente texto es el prologo de Anarchy in the Dinosaurs Ages, y es producto de la red de colectivos Crimethink, en concreto del colectivo Curious George Brigade. Crimethink se autodefine como Colectivo de Ex-Trabajadores o Ex-Colectivo de Ex-Trabajadores y editan material libertario, en especial de la corriente anarquista de postizquierda, con una crítica hacia el movimiento libertario clásico. En mi opinión leer este tipo de escritos amplia el horizonte, un horizonte a veces un poco desgastado en el anarquismo más tradicional, y aunque no rechazo este, la (auto)crítica nos hará avanzar, y sobretodo hay que luchar contra el dogmatismo y el sectarismo.

Sin más, introduzco el prologo traducido como he podido por mi. Buena parte del material esta en ingles aunque también tienen textos en castellano:

Prólogo de «Anarquía en la Edad de los Dinosaurios»: Como olvide la Guerra Civil Española i aprendi a amar la anarquia

Parece que el verano finalmente a llegado- He estado agarrotado en este piso trabajando en este libro por mucho tiempo! Ahora me he dado cuenta de que nunca hemos acabado nuestra conversación sobre la Guerra Civil Española: Ese momento revolucionario en el que los anarquistas llegaron muy cerca de crear una nueva sociedad no solo en la que mereciese la pena morir, también en la que mereciese vivir por ella.

Nuestras conversaciones parecian durar infinitamente. Me explicastes el contexto, el amplio detalle sobre las milicias y los colectivos, la resistencia y la solidaridad- todo. Yo siempre pense que fue «lo mas cercano que habiamos llegado» algo lo qual admirar i sobre lo que obsesionarse. ¡Casi me volvio loco imaginar las posibilidades que ellos tuvieron! ¿Como no podemos crear mitos de luchas tan lejanas de sitios como España y fantasear el que seria luchar en una verdadera revolución?

Hoy me di cuenta, mirando las paginas de este libro, que no me importa un carajo la guerra civil espanyola. No digo que fuese un momento importante de la historia, pero las leyendas de por si mismas ya no son suficientes para mi.
No pienso que ellos fueran los anarquistas «reales» comparados con los anarquistas de «segunda clase» como nos vemos nosotros. Tenemos que vivir y luchar contra lo que nos encontramos hoy. Los anarquistas de la España revolucionaria preferirian que peleasemos nuestras propias luchas del ahora, más que pasar tanto tiempo discutiendo las suyas! Los anarquistas españoles solo fueron gente normal, y hicieron exactamente lo que nosotros haremos cuando tengamos la oportunidad. Nuestro colectivo ha estado trabajando en este libro durante un año y es nuestra amplia visión del anarquismo actual. Espero que lo disfruteis.

I aquí el libro http://zinelibrary.info/files/anarchy-in-the-age-of-dinosaurs.pdf

Blog de vacaciones, o no..

Pues eso. A ver si encuentro curro, todo apunta a que este aspirante de antropólogo se va a transformar en jornalero…

Hasta el otoño!

(A)!

La Escuela Libre Paideia

Este vídeo nos pasea por la Escuela Libre Paideia. Este proyecto extremeño (en Mérida) de educación libertaria es un ejemplo vivo de algunas de las ideas fundamentales del anarquismo en materia de enseñanza: autogestión, educación en libertad, cooperación, antiautoritarismo, asamblearismo, etc.

La educación es un motor del cambio social, el sistema capitalista día a día enseña a generaciones enteras los valores que le hacen posible, los valores que hacen que la gente le consienta y les cueste vivir de otro modo.  De aquí la necesidad de proyectos como este, sin olvidar que nosotros también podemos (des)aprender.

Es interesante la longevidad del proyecto, que ha podido funcionar desde el ’78.

WEB

*Idea de comentar el tema extraida de la red social sindinero *

“No sólo ‘otro mundo es posible’ sino que ‘otros mundos existen’”

Extraído del periódico Diagonal, con una entrevista a Beltrán Roca, antropólogo licenciado en Sevilla y miembro del grupo de investigación GEISA (Grupo para el Estudio de las Identidades Socioculturales en Andalucía). Autor de varios libros relacionados con la antropologia y el anarquismo.

DIAGONAL: ¿Qué aporta un enfoque anarquista a la antropología?

BELTRÁN ROCA: Los enfoques anarquistas han realizado, y aún pueden realizar, numerosas contribuciones a la antropología. Pienso, por ejemplo, en la crítica al Poder, a la Ciencia, al Estado. La crítica, el cuestionamiento de lo que nos viene dado, es el primer paso de toda investigación científica. A mis alumnos de la asignatura “Métodos y Técnicas de Investigación” les enseño que uno de los primeros pasos en una investigación es revisar críticamente los trabajos que se han publicado sobre la problemática a estudiar. Y a crítica a los anarquistas no nos gana nadie.

Muchos conocidos antropólogos como Pierre Clastres, Stanley Diamond, James C. Scott, o hasta el mismo Radcliffe-Brown, se han visto inspirados de un modo u otro por ideas libertarias. De manera más específica, muchos de estos autores han estudiado las sociedades sin estado sin prejuicios. En las primeras teorizaciones sobre las sociedades primitivas, éstas eran representadas como sociedades incompletas, poco evolucionadas. Estos antropólogos han demostrado que esto no era así. Estas sociedades tienen su propia línea evolutiva distinta a la nuestra, conocen el estado y prescindir de él es, en muchas ocasiones, una opción estratégica.

D.: Asimismo, defiendes que el anarquismo también se ha visto influenciado por la antropología.

B.R.: Indudablemente el anarquismo ha bebido de la antropología. Anarquistas clásicos como Kropotkin o Reclus estudiaron las formas de vida de otros pueblos, de sociedades sin estado. Los anarquistas habían inventado una sociedad sin estado, pero resulta que los etnólogos ya habían encontrado esas sociedades. Otra contribución, algo más reciente, es sobre la concepción del poder.

Especialmente en América Latina, importantes sectores del movimiento libertario están reformulando y utilizando el concepto de “poder popular”. En primer lugar, autores como Clastres nos enseñan que es posible una sociedad sin dominación, pero no sin poder. Como Foucault apuntó, el poder no solo constriñe, también produce. Me refiero al poder-hacer, en contraposición al poder-sobre. Este es el poder al que nos referimos cuando decimos: “Puedo hacer esto o lo otro”.

Así los anarquistas aspiran a que el poder resida en el pueblo (a través de estructuras horizontales como asambleas barriales, consejos obreros, etc.). En segundo lugar, aspirar al poder popular implica abandonar planteamientos sectarios que han predominado y aun predominan en algunos sectores del anarquismo. Se trata de implicarse en los movimientos sociales para promover ese tipo de estructuras y funcionamientos horizontales.

Hay que decir las cosas claras. Hay muchos anarquistas que se sienten muy cómodos en pequeños círculos en los que todos comparten sus puntos de vista, o si no, que se han especializado en luchas internas de facciones dentro de sus organizaciones. Desde luego así no se genera poder popular. Lo que molesta a muchos de los detractores del poder popular es precisamente que se pone en cuestión las prácticas sectarias que han esclerotizado al movimiento libertario. Por eso algunos acusan a sus defensores de “tender puentes hacia el socialismo autoritario”.

D.:¿Qué diferencia una “antropología anarquista” de una “antropología marxista?

B.R.: Sobre esto el antropólogo que mejor se ha pronunciado—y más claro—es Pierre Clastres. Ya en los años setenta, cuando el marxismo estaba de moda en ámbitos universitarios, denunció que el marxismo era una doctrina que aspiraba a la conquista del poder en todas las esferas de la sociedad, incluida la Universidad. Posiblemente pagaría caro su enfrentamiento con los estalinistas. Pero fue enormemente sincero.

Yo añadiría que el marxismo y el anarquismo comparten raíces y elementos comunes: la importancia de la perspectiva de clase y de los factores económicos y productivos en la conformación de las sociedades industriales, aspiraciones a modelos de sociedades más justos y equitativos, etc. Sin embargo, el anarquismo fue más allá para cuestionar el poder en otros ámbitos de la vida, más allá de la fábrica: el Partido, el Estado, la Iglesia, la Universidad… De ahí que el anarquismo no haya atravesado por esos altibajos.

Hoy, en cambio, la antropología ha sido invadida por otra moda igualmente peligrosa: el posmodernismo. Es cierto que autores como Foucault o Deleuze contienen importantes contribuciones, pero la ideología posmoderna puede ser terriblemente desmovilizadora e intelectualista si no se sabe poner en su sitio. Me refiero, entre otras cuestiones, a que respalda la idea del “fin de la historia” y de las utopías que tanto vocean los neoconservadores. Se defiende, además, un relativismo radical propio del que le importa un bledo los demás. No señores, no todo vale. Unas cosas valen más que otras para según qué finalidades. Y el investigador tiene un compromiso con la sociedad.

D.: La antropología surge con un claro enfoque etnocentrista ligado a intereses colonialistas e imperialistas. ¿Puede un enfoque anarquista ayudar a dejar atrás ese enfoque de la antropología?

B.R.: Efectivamente, la antropología nace como ciencia para conocer a “los otros” (indígenas, primitivos de los territorios que se estaban colonizando), con el objeto de dominarlos, aculturarlos. En la actualidad incluso el gobierno estadounidense está reclutando antropólogos para sus contiendas en Irak y Afganistán, conscientes de que la invasión puramente militar es inviable. Con ese pasado alguien puede preguntarse, ¿es posible que una ciencia nacida para dominar pueda contribuir a una empresa libertaria? Sin embargo, desde los orígenes de la disciplina muchos antropólogos y proto-antropólogos utilizaron sus conocimientos para realizar una crítica de su propia cultura. Me refiero, por ejemplo, a Stanley Diamond, Élie Reclus o el mismo Kropotkin. Hoy, por ejemplo, numerosos investigadores están explorando vías para descolonizar a la antropología, quitarle el lastre etnocéntrico, desarrollando antropologías del mundo, antropologías no hegemónicas. Se trata de pensar no sobre los territorios sino desde lo local. Las ideas anarquistas sobre el poder o el conocimiento científico conectan muy bien con el quehacer de esos antropólogos, pues éstos se plantean la pirueta de producir conocimientos no hegemónicos sin acabar generando sus propias hegemonías.

D.: La manera en que desde la Modernidad se ha entendido la oposición Naturaleza/Cultura ha sido una de las bases del capitalismo en tanto éste se basa en la explotación de la primera como una necesidad cultural. ¿Hay en la “antropología anarquista” un enfoque diferente de la relación entre Naturaleza y Cultura?

B.R.: Bueno, eso que estamos llamando “antropología anarquista” engloba una gran diversidad de autores y escuelas. Por lo general, muchos antropólogos han cuestionado esa división naturaleza/cultura. Algunas corrientes, como la Ecología Social (en la que, dicho sea de paso, destacan algunos antropólogos), parten de esa crítica. Existe, afirman, una estrecha relación entre la forma en que los humanos nos relacionamos con el medio ambiente, y la forma en que nos relacionamos con nosotros. Un proyecto político que aspire a la transformación social debe tener esto en cuenta.

Quizá la corriente más radical en este sentido es el llamado “primitivismo”, uno de cuyos precursores es John Zerzan. Ha llegado a afirmar que los orígenes de la alienación y la desigualdad están en el lenguaje, en la capacidad de simbolizar. A mi me parece exagerado y poco realista.

D.: La tradición occidental tiende a establecer al Estado como fundamento necesario para la existencia de la propia sociedad. ¿Qué aporta a este debate un enfoque anarquista de la antropología?

B.R.: Hablar de tradición “occidental” planeta problemas. David Graeber, por ejemplo, ha apuntado eso en algún texto. Aunque ese es otro tema. He explicado que el impulso de muchos de los primeros antropólogos fue precisamente demostrar que sin Estado hay sociedad. Los manuales básicos de antropología muestran hoy que el Estado, es sólo uno de los modelos de organización socio-política que existen. Aunque es predominante, han existido y existen multitud de sociedades sin un aparato de poder centralizado, una fuerte estratificación social y el monopolio de la violencia, que es lo que diferencia al Estado de otras formas políticas. James C. Scott ha planteado recientemente en The Art of Not Being Governed, que en la actualidad existe una zona montañosa en el Sudeste Asiático de la extensión de Europa en la que el Estado apenas tiene incidencia gracias a estrategias deliberadas de los pueblos que residen allí. No se trata sólo de que “otro mundo sea posible”, sino de que “otros mundos existen”.

D.: ¿Qué aporta un enfoque anarquista de la antropología a la lucha de los movimientos sociales?

B.R.: Este es quizá uno de los puntos clave de la antropología contemporánea. Por un lado, una “antropología anarquista” debe ofrecer herramientas teóricas y metodológicas para que los activistas generen colectivamente sus propios conocimientos (en base a los cuales desarrollar sus líneas estratégicas de acción). No se trata ya de la intelligentsia, de una vanguardia intelectual, que dirija, instruya e ilumine a los militantes. Se trata de ofrecer esos conocimientos para los que han sido entrenados los antropólogos en la Academia para que los actores produzcan sus propias explicaciones (a través, por ejemplo, de la investigación-acción, o de técnicas como el DAFO o el forum comunitario). Además, hoy muchos de los activistas mismos son antropólogos. Si se da un paseo por un departamento de antropología de cualquier universidad, verá que una alta proporción del alumnado pertenece a movimientos sociales.

Por otro lado, numerosos investigadores contemporáneos, en su mayoría jóvenes, están analizando esos nuevos movimientos sociales, especialmente el llamado movimiento “anti-globalización”. Me vienen a la mente etnógrafos como Gavin Grindon, Jeffrey Juris o David Graeber, que están haciendo un excelente trabajo. En todo esto hay quizá una carencia: el estudio de nuestros propios movimientos sociales tiene un límite. Llega un momento en que estudios adicionales no van a incrementar la eficacia, ni el apoyo social. Se echan en falta estudios de las instituciones de Poder: como grandes corporaciones, espacios privados de élites dirigentes o instituciones del Estado. También se echan en falta análisis rigurosos sobre los mecanismos a través de los que los movimientos sociales son cooptados y neutralizados. Aunque existen limitaciones para la financiación de este tipo de estudios, creo que con el tiempo se solventará esta carencia.

SERGIO DE CASTRO SÁNCHEZ / ZARAGOZA VIERNES 22 DE ABRIL DE 2011. NÚMERO 148

Sobre la CNT y la CGT

Un clásico tema del movimiento formal libertario en este estado, y que gracias a un comentario, me he animado a comentar así un poco.

Lo primero es el tema de las siglas, bueno más en general el simbolismo. Ambos son dos grupos diferenciados con un simbolismo distinto que hace que esos grupos de personas no estén en el mismo, es  el sentimiento de pertenencia a un grupo y muchas veces este se forma en contraposición a otros. Es muchas veces el caso de CGT y CNT, pero también de anarquistas y comunistas, negros y blancos, etc… Hay que ser consciente de esto y que sucede en el día a día en muchos momentos y para  una crítica y reflexión «más objetiva», creo yo hay que dejar de lado esto.

La CGT se le ha acusado de no ser anarquista y yo tampoco creo que lo sea, aunque un viejo militante de esta quizá podría explicarme mejor como esta el asunto. Considero que es una organización con bastante influencia anarquista, pero no solo eso, supongo que habrá mucha gente que está ahí por rechazo a CCOO y UGT, gente marxista, y también puede que incluso independentistas. Realmente no lo sé pero he encontrado un poco de eso ahí y allá.

Luego están los métodos. Por supuesto que los delegados sindicales y las elecciones son contrarios a la filosofia anarquista de autonomía, autorepresentación y de no delegar la libertad ni el poder. Y reciben subvenciones. Son contradicciones muy grandes que creo que deberían replantearse y tirar para atrás. Pero si no lo han hecho hasta ahora, van a hacerlo? Ojalá pienso.

Siguiendo con mi valoración, pues creo que hay gente anarquista con métodos bastante contradictorios, pero, acaso no anhelan una sociedad libre sin estado y anticapitalista? Por otro lado, también fomentan actividad desde la CGT en las que las contradicciones anteriores no están de por medio, desde asesoría legal hasta montar asambleas horizontales, apoyar okupaciones…

Por ejemplo en mi localidad, la CNT vive encerrada en su pasado y no aparece en la confluencia de los movimientos sociales, ni siquiera en las manifestaciones. Ahí están, en su local.
Que oposición estas haciendo al estado?

Y de contradicciones hay muchas en los movimientos sociales. Desde financiarse a través de Alcohol (que es una droga muy útil para el control social) y fiestas que en un binarismo de trabajo-ocio (cuando deberíamos destruir esto), Pedir mejoras en las condiciones del salario (cuando queremos abolirlo), estar en contra de los recortes que es defender parte del estado del bienestar (Educación y Sanidad) cuando deberíamos cubrirnos estas necesidades fuera del sector público y privado…

Pero porque haya contradicciones todo es válido? No creo, la vieja expresión de que los fines y los medios deben ser coherentes es fácil de anunciar, pero la realidad es compleja a la vez que dura. Y es importante no perderse en discusiones esteriles no constructivas, empezando por las j*didas siglas.

Muerte al estado y viva la anarquía.

PD: Estoy usando un ordenador que ha sido probablemente fábricado en China con trabajo esclavizado, con componentes de recursos naturales preciados y que originan guerras, uno de ellos el petroleo. También consume electricidad y tiene internet. Las dos cosas anteriores necesitan una gran infraestructura que a la vez comportan más problemas… no es fácil.

Jornadas sobre el anarquismo en el ICRPC

Web del ICRPC (Institut Català de Recerca en Patrimoni Cultural)

y aquí el programa

Se realizarán en Barcelona* y són gratuitas (es necesaria la inscripción para reservar plaza) . Solo queda ver si consigo ir, y si es así, escribiré algo sobre estas.

*Ojo que me equivoqué poniendo que era en la Universidad de Girona

Del 29S al 29M. 2 años de lucha

El 1 de mayo pasado de 2011, la manifestación anticapitalista cambió de recorrido y se subió por la zona alta de Barcelona. Se rompieron cristales y se incendiaron contenedores, fue una manifestación llena de rabia. Es de recordar que meses atrás se produjo la huelga general del 29 de setiembre de 2010 , en la cual se ocupo el Banco Central de Crédito en plena plaza de Cataluña y hubo una manifestación enorme y alternativa a los sindicatos mayoritarios. Hubo también enfrentamientos y la prensa se encargo de difamar y de olvidar porque suceden estos sucesos.

Después de estas dos fechas estaba harto de jornadas «violentas». Pensaba que de esa manera no conseguíamos nada y que quizá de otra manera podríamos llegar a más gente, que quemar cosas era una manera fácil para la prensa de desligitimarnos.

Y llegó el 15M, los indignados. Como a tod@s, creo que nos sorprendió lo espontaneo como empezó el movimiento. Recuerdo que un tema recurrente antes era el hecho que, en otros países como en Francia o Inglaterra, se estaban movilizando altamente contra los políticas neoliberales, mientras que aquí, teniamos futbol y toros.

Y de repente la ilusión, la esperanza, inclusoese extraño sentimiento al que yo lo llamo «vivir la revolución«; el mismo que notaba cuando entre en el Banco Ocupado en 2010, y que supongo que vivirían salvando las distancias y en muchísima gran medida; nuestros familiares con la muerte de Franco, en la revolución del ’36 o en la proclamación de la II República. Pero eso ya es historia y nosotros tenemos que hacer la nuestra.

Retomando el hilo, volviendo a la primavera de 2011, se observaba un movimiento grande y curioso. Los precedentes están en distintas campañas y agrupaciones políticas como:  NoLesVotesDemocracia Real Ja, (Que denuncian el bipartidismo y las leyes representativas), La campaña en contra de la Ley Sinde (En contra de la privatización de la cultura y de la restricción de la libertad en internet), Juventud Sin Futuro (Precarización de la juventud), los movimientos en defensa del estado del bienestar (educación, sanidad…) y por supuesto los movimientos sociales de base existentes.

El movimiento 15M era y es muy hetereogeneo. Eso hace que las demandas varían de un grupo a otra. Se habla(ba) de revolución, pero muchas demandas podrían considerarse cambios para hacer este sistema (capitalista) más humano. Pero fueron las primeras impresiones las que me marcaron: Fuerte rechazo al sistema parlamentario-representativo y a los políticos  («No nos representan, aunque también hay que acordarse de las demandas de cambio de leyes de representatividad), Movimiento asambleario (Aunque a una asamblea de más de 15 personas yo no le llamaría asamblea) Rechazo a los líderes… También se oían consignas anticapitalistas, a favor de la okupación, etc. Ya me gustaría que toda esa gente pensase eso…  

Decir que el 15m no ha servido de nada yo creo que es falso. Claro que quién esperaba una revolución se ha llevado una decepción, no es tan fácil, (si acaso es posible). Es bastante probable que muchas personas hayan empezado a tener un pensamiento más crítico, otras se habrán empezado a implicarse en los movimientos sociales. Por ejemplo la PAH ha detenido muchos desahucios, y creo que es indiscutible que perder el hogar es una m*erda. Y por supuesto que los movimientos sociales y proyectos más afines habrán crecido. Seguramente el 15m ha servido de publicidad para LaTele.Cat, La Cooperativa Integral Catalana o Diagonal.

Pero hay un hecho que  no tenemos que pasar por alto, la lucha simbólica. Mientras que el 15m se declaraba pacifista, esto le dio gran apoyo, a la vez que mientras pasaba el tiempo y este dejaba de ser un tema mediático, en el mismo tiempo que nos hartábamos a ir a manifestaciones pacíficas que parecían caminatas inofensivas, un sentimiento de despreció para este de parte de muchos a crecido.El gobierno le da igual las manifestaciones que realizemos.

Hagamos un ejercicio de memoria histórica, el PP, partido que está actualmente en el gobierno envio el ejercito español a una guerra que nadie quería y en la que nadie creia. Las manifestaciones fueron másivas, incluso de millones y no pararon ni Aznar, Blair o Bush. Perdieron las elecciones, eso si… Y aquí están de nuevo como si nada hubiese pasado.

Lo mismo pasa con las  acciones que se califican de violentas. Arde la ciudad y al día siguiente nada ha pasado.

Pero últimamente muchos debates se centran en la violencia. Es sabida la propuesta de que hay que plantearse, qué es la violencia y dejar de lado los debates de cegarse en uno o otro bando, eso si, siempre con autocrítica.   También es sabido el concepto de que los medios no deben justificar los fines…

Finalmente, con todo esto repito las palabras que muchos han dicho o pensado, el otro lado esta arriba y sabe lo que hace. Ante todo inteligencia y pensemos en lo que hacemos. Nos estamos jugando muchas cosas que quizá no somos conscientes.

Bibliografía antropolibertaria

Es Sant Jordi en Cataluña y el Dia Internacional del Libro en otros sitios, y se me ocurre escribir sobre una lista de libros que puede ser interesante por el enfoque que tienen. Sin más, dos clásicos junto a dos libros del nuevo siglo XXI:

-Ensayo sobre el don (1923). Marcel Mauss.

Mauss no era anarquista, de hecho sentía repudia y se consideraba socialista. Pero sin duda escribió todo un clásico de la antropología económica, bastante revolucionario y muy importante para la teoría económica anticapitalista. Antes de Mauss, se creía que el truque y las otras formas de intercambio no monetarias eran formas primitivas en las que se cambiaba con mercancías en el mismo sentido que dinero-producto, pero que aún no habían llegado al perfeccionamiento de usar una moneda estándar. Mauss argumenta que otros tipos de intercambios no se mueven en esta dinámica de monetarismo, sino que implican relaciones de reciprocidad,  por ejemplo, el Kula, El Potlach… e incluso estos tipos de relaciones se dan en las sociedades llamadas «modernas».

-Las sociedades contra el estado (1974). Pierre Clastres

Si Mauss analiza la economía, Clastres se mueve en el campo de la antropología del poder. Reflexiona sobre el Estado, si las sociedades se mueven hacia esa forma de organización irrevocablemente, y nos dice que no, que es una dirección posible, pero que existen pueblos que luchan contra este. Muy crítico con la teoría marxista y su determinismo económico asociado (con ciertos toques evolucionistas) desplaza la economía por el poder en el nacimiento del estado. También analiza este poder, en las tribus indígenas, donde el jefe no es el que mas tiene, sino el que mas da, ademas de tener una autoridad limitada a momentos especiales, no continua.

Editado por Virus con introducción de Beltrán Roca, también se puede descargar gratuitamente aquí

-Fragmentos de antropología anarquista (2004). David Graeber

El antropólogo británico empieza planteado la relación academia (antropología) y anarquismo. Recorre la historia de esta ciencia social y la ideología ácrata y propone la creación (o más bien refuerzo o consolidación) de una emergente teoría antropológica libertaria, que sirva para los propósitos de empoderamiento de las personas y colectivos. Algunos temas que aparecen són:

Revolución no violenta. Las ideas que ven la realidad de una manera, y que suelen argumentarla de manera científica siempre que se han impuesto han acabado en masacres de miles o millones de personas. Una idea o visión del mundo no debe ser impuesta. Propone prácticas revolucionarias sin la confrontación directa contra el estado.

Teoria General Anarquista: Graeber llama a desarrollar una teoría básica, pero nos avisa de que cualquier teoría de este tipo solo puede ser a grandes rasgos, puesto que existe la diversidad de opiniones y de percepciones sobre la realidad, así que una teoría totalmente definida estaría en contra de las ideas ácratas, al mismo tiempo que choca con el intento de construir una base contraria a las ideas supremas. Los temas que propone son: estudios sobre el estado, el poder, los movimientos sociales, la privatización de lo más intimo, etc.

– También replantea el concepto de democracia y una ruptura con la modernidad. Y si realmente no hubiese una ruptura con lo «antiguo», si fuésemos tan modernos como un indígena?

Dentro del libro aparecen frases y conceptos brillantes, ademas que el libro es corto y fácil de leer.

«A veces lo mejor es simular que nada ha cambiado, permitir
que los representantes estatales mantengan su dignidad, in­
cluso presentarse en sus despachos, rellenar sus formularios
y, a partir de ese momento, ignorarlos por completo.»

-Anarquismo y antropología (2008). Coordinador Beltrán Roca

Este libro, sigue en la línea de Graeber, seguir trazando y proponiendo estas teorías.  Se trata de un conjunto de de artículos de diversos autores, en cuatro temas y con la introducción de Roca (que también escribió un prólogo para el libro de Clastres):

Anarquismo y antropología. Historia y relación de estos

Analisis del poder. Muchas veces se identifica poder, con jerarquía y autoridad. Aquí se reflexiona sobre el tema, las múltiples variantes del poder.

– Democracia, Globalización, el carnaval revolucionario.. El artículo que me pareció más interesante fue el de Graeber.

– Alternativas futuras. Parte muy interesante, que incluye dos artículos, uno de ellos es una entrevista al primitivista John Zerzan.

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Es posible que la antropología al conocer a las sociedades sin estado, puede plantear alternativas para resolver problemas que afectan a la sociedad, desigualdad, destrucción del medio ambiente, el estrés e infelicidad de la sociedad del consumo. Espero que estos libros sirvan para proponer estas alternativas en base a un analisis acertado de los problemas y soluciones. Feliz y crítica lectura!

División en las aulas. Abramos los horizontes!

Vivimos tiempos de conflicto social, eso ya lo sabe todo el mundo, o bueno espero creer. A mi alrededor han sucedido varias cosas y pienso que hace falta la  reflexión de que los fines van con los medios y, que hay que tener cuidado al actuar.

Contextualización de un conflicto de intereses

Estamos en la universidad X,  en una  época de recortes y estos llegan naturalmente a la universidad, ya que el poder político (y económico) piensa que es mejor recortar en educación que por ejemplo en las partidas para el ejército, por diversos motivos. Bien, pues en esta universidad hay una asamblea Y que después de meses de movilizaciones y diversas actividades, charlas , etc decide convocar una huelga, de la cual no se hace (o se hizo poca difusión) de un viernes para un lunes y teniendo en cuenta que muchos estudiantes no van a hacer clase el viernes, el problema está servido.

La universidad se ocupa y los piquetes no dejan entrar a l@s estudiantes para hacer clase, provocando el enfado y mosqueo de much@s.  Al día siguiente se repite la situación, sumando mas estudiantes que no habían ido el lunes. Ese mismo día había convocada una asamblea informativa por parte de la asamblea Y, a la cual se presentan masivamente l@s estudiantes, muchos para defender su posición de querer hacer clase. Después de horas de discusión se acuerda hacer huelga hasta el lunes siguiente (haciendo huelga miércoles y jueves de la misma semana), día que si se haría clase y se convocaría un referéndum para decidir cómo continuar las movilizaciones.

Un fallo bastante grande fue por parte de la asamblea Y y del movimiento estudiantil no informar e insistir en que el miércoles de la semana siguiente estava convocada una huelga a nivel de distintos puntos del estado. Y el jueves es huelga general. Vemos que la situación es que se esta convocando el referéndum solo para el martes.

Las opciones del referéndum se debatieron en la asamblea informativa, que debido al número de estudiantes se considero legítima, y una comisión se encargo de redactarlas. Estas eran las siguientes opciones (no literales), a la pregunta, cómo continuar las movilizaciones?

  • No hacer nada – 3%
  • No ocupar, ni hacer huelga, sino otro tipo de movilizaciones – 47%
  • Ocupar la facultad, pero no detener las clases – 10%
  • Ocupar la facultad y hacer huelga hasta el 29-M  -40%

Finalmente salió la segunda opción.

Y entonces qué?

Gran parte de los alumnos quieren hacer clases y la posición de la asamblea Y era hacer huelga, incluso indefinida. Sus argumentos son claros, dicen que haciendo huelga y ocupando la facultad se hace una presión directa al equipo de dirección de la universidad, ya que ademas de los motivos mas aparentes, argumentan que existe un tipo de ranking de universidades. Este tipo de acciones hace bajar la universidad y dependiendo del ranking se reciben mas o menos subvenciones, forzando al equipo a tener que hacer algo al respecto.

Por el otro lado los alumnos sostienen que tienen el derecho de ir a clase en ese momento. En mi opinión y quizá la de muchos, cuando se lucha por un ataque a un colectivo permanente, se lucha para que mañana puedas ir a clase, te lo puedas permitir, y añadiendo que ideológicamente veo como un ataque privatizador de un derecho colectivo.

Y seguramente está la parte de la avaluación que es un fuerte motivo para ir a clase… si haces huelga el horario académico se rompe y te perjudicas, como ciertamente a nuestra clase nos está pasando. En el fondo de todo esto podria aparecer el debate de si vamos a la universidad a aprender o a por una titulación. Quizá muchos no lo dudarian en decir lo segundo.

Lo que creo que ha pasado es que se ha visibilizado la separación entre La Asamblea Y y gran parte de l@s estudiantes. La asamblea es abierta a tod@s y l@s estudiantes que no acuden a esta  se considera que están delegando su opinión. Y es muy cierto que La Asamblea está cansada de ver que la gente no se moviliza y no se implica, mientras que los miembros de esta si quieren luchar y detener los recortes.

Y por parte de los alumnos quizá se esta creando o haya una imagen determinada de la asamblea ( y por extensión del asamblearismo) sería questión de preguntar que se opina de esta entre la gente que no participa.

Desde mi punto de vista creo que nadie debería delegar, y menos sin saberlo, su voz; y que estoy en contra del referéndum (Aunque voté, cosa que me arrepiento muchísimo). Estoy a favor del consenso aunque esta situación era muy delicada y los hechos ya ocurrieron. Es en el campo de las propuestas donde se puede intentar construir otro tipo de lucha mas inclusiva.

Pero dudo que que nadie esta a favor de los recortes (una política superficial de este sistema económico y político) y este es un frente común lo suficiente problemático para unirnos.

Si críticas que algo se hizo mal, propon:

Una directa a la gente que no está de acuerdo y que hay que aplicarse como parte de la reflexión. Personalmente no estoy de acuerdo como si hicieron las cosas, ni por parte de La Asamblea ni de l@s alumnos. Pero quizá fue necesario, por ejemplo para que un sector que no esta de acuerdo como anteriormente se movilice y proponga alternativas. En mi grado se ha creado la asamblea de Antropología y seria muy positivo que l@s alumn@s crearan debate y autoreflexión en las aulas y fuera de estas (y porque no, junto l@ profesor@s) , como el hecho en la asamblea de mi grado y en este blog, y de ahí proponer y actuar con unos ejes claros siempre, la horizontalidad y el antiautoritarismo. Creo que lo que no se puede hacer es quedarse en la pasividad.

Y debemos de dejar de pensar en ellos y nosotros. Por parte de La Asamblea y l@s estudiant@s. Porque mucho debate se ha centrado en el enemigo (unos y otros) cuando el problema son los ataques a los derechos, que tiene que ser nuestra principal preocupación de como detenerlos y proponer una cosa mejor.

Este debate se repetirá mañana en la huelga general en otro ámbito, mas delicado, el del trabajo..

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